Una maqueta física (real) logra atraer la atención de personas de todas las profesiones ya que es una representación en miniatura de un proyecto y así es comprensible a una mayor cantidad de público sin conocimientos de arquitectura y planos.
Mediante una maqueta profesional logramos atraer la atención hacia la exposición de un proyecto. Los inversionistas, que puede tratarse de empresas constructoras o de inmobiliarias, logran vender un proyecto residencial, comercial, industrial, recreativo o turístico en mucho menos tiempo de lo que tardaría en venderlo sólo usando otros medios publicitarios. Una vez la maqueta se coloca en su lugar de exposición, se convierte en un elemento de comunicación entre el proyecto y el observador.